Al cargo y poderes de "Consul", que dirigía el ejército, sumaron el de "Pontifex Maximus", que les otorgaba el máximo poder religioso.
Octavio tomo el nuevo título de "Princeps", el primero entre sus iguales, que le permitió controlar el Senado y los temas que trataba y sus poderes en política exterior. Además tomó la "Tribunicia Potestas" , el poder del Tribuno, que le daba el poder de condenar o perdonar a casi cualquier persona por un crimen, además de controlar los Comicios o Asambleas populares, pudiendo proponer las leyes que considerara oportunas. Este cargo le otorgaba carácter sagrado, inviolable, nadie le podía "tocar".
Y por último el "Imperium" le dio el poder sobre las provincias y las legiones situadas en cualquier lugar.
De esta manera, con todos estos cargos, controla la leyes, las relaciones exteriores, la justicia, la religión, el ejército y al Senado, entre otras cosas.
Augusto con los atributos del Imperium, como Jefe Militar
Octavio Augusto como magistrado
Octavio Augusto como Pontifex Maximus
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