En el siguiente vídeo, extraído de la película "Requiem por Granada", vemos como la reina de Castilla, Isabel, a través de un fraile, impone a la alta nobleza una contribución, o sea, un nuevo impuesto, y aunque los nobles se enfadan, tienen que aceptar la decisión de la reina.
Con el tiempo, los monarcas buscarán autofinanciarse sin tener que recurrir a estas contribuciones, para lo cual recurrirán a nuevos impuestos, como los aduaneros sobre las mercancías que entraban o salían del país. Con este dinero el rey paga a su nuevo ejército profesional de mercenarios, que le aseguran el control de su territorio. En el exterior, a través de la diplomacia, cónsules, embajadores, y también espías, intentarán saber lo que ocurre en los países vecinos.
Los reyes, en sus ansias de concentrar más poder y autoridad, van a encontrar ayuda en los abogados y profesores de las nuevas "Universidades", que piensan que el rey es el emperador en su propio país y puede hacer las leyes que desee. Esta ayuda no es gratuita, estos "letrados", esperan que el rey les conceda cargos en la nueva administración que se está creando, la burocracia, que ayuda al rey a gobernar, administrar el territorio y recaudar los impuestos.
Cuando el rey sea lo suficientemente poderoso, dejará de convocar a las Cortes o Parlamentos.
Algunos retratos de reyes de está época inicial del s. XVI y que intentaron imponer su autoridad.
Enrique VIII, de Inglaterra
Francisco I, de Francia
Gustavo I, de Suecia
Juan I, de Portugal
Extraído de Wikipedia, y gracias a Cliphistoria
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